(Una versión de este texto fue publicada en el diario El Mundo el 11/11/2012)
LONDRES.-- Sylvia Edwards todavía recuerda cómo el conocido presentador de televisión, Jimmy Savile (1926-2011), la metió mano en directo durante el famoso programa de televisión Top of The Pops. Ella tenía 18 años y estaba sentada en la segunda fila, como una espectadora más. El conocido DJ, a su lado, iba a introducir el siguiente espacio. "De repente, noté una mano en mi trasero, yo no podía hacer nada. Me puse de pie, pero todo el mundo estaba sentado y tuve que volver al asiento, duró varios segundos hasta que logré quitarme su mano de encima".
En el vídeo emitido por el canal Sky News, Sylvia aparece revolviéndose con una risa nerviosa hasta que logra zafarse de su acosador. Esta conducta era normal en el famoso locutor, acusado un año después de su muerte de haber abusado de numerosas menores. Lo que todavía no se comprende en Reino Unido es el grado de impunidad del que gozaba Savile para cometer estas fechorías, incluso en directo o mientras grababan las cámaras de televisión.
La cadena pública británica BBC era su hogar. En el antiguo cuartel general en Sheperd Bush, al oeste de Londres, Savile aparcaba en ocasiones su caravana, una Dodge Camper a la que llamaba The Hustler (el timador; también significa chapero). Las ventanas tenían cortinas y una cama doble ocupaba casi todo el interior. Era otro símbolo de las excentricidades del DJ que, ahora, cobra un siniestro significado.
A principio de la década de los 70, una joven modelo, Penny, fue atraída y luego forzada por Savile en esa caravana. La misma modelo afirma haber sido violada por un colega del DJ -a quien no quiso identificar públicamente- en un edificio cercano a la BBC.
El suyo es uno de los cientos de testimonios recogidos en las últimas semanas por la policía y los medios de comunicación que han destapado el mayor caso de acoso sexual y pedofilia que se recuerda en Reino Unido. La lista de víctimas supera las 300, y la policía mantiene hasta 400 líneas de investigación sobre el caso Savile. Como la Dodge Camper, las violaciones se producían a la vista de todo el mundo. Pero nadie, o muy pocas personas, optaron por tomar cartas en el asunto y parar a la popular estrella de la televisión.
Karin Ward fue una de las primeras en denunciarlo públicamente ante las cámaras de televisión de ITV (competencia de la BBC), que emitió el documental La otra cara de Jimmy Savile, destapando la caja de los horrores. Karin tenía 15 años y, tras la grabación de un programa, corrió al camerino de Savile con una foto de su ídolo para que la firmara. La habitación estaba llena de niños, algunos huérfanos como ella, de los centros de acogidas que precisamente subvencionaba la estrella del pop. Lo que sucedió después es objeto de disputa feroz y de una investigación policial en curso.
CON IMPUNIDAD. Karin defiende que fue asaltada en varias ocasiones por Savile, incluyendo un acto sexual con él en su Rolls-Royce. También afirma que vio a la estrella del pop Gary Glitter mantener relaciones sexuales con una menor de edad en el camerino del DJ. Los abusos sexuales también incluían al famoso comediante Freddie Starr, quien supuestamente la intentó agarrar el pecho y las nalgas. Cuando ella logró apartar sus manos, Starr la humilló a gritos delante de los invitados, diciendo que él no estaba interesado en tocarla porque tenía el pecho plano.
¿Cómo fue posible que Savile y sus amigos actuaran con total y abierta impunidad durante 40 años? ¿Por qué esta cultura de excesos del DJ y otros famosos nunca llegó a las portadas de los eficientes periódicos ingleses hasta un año después de su muerte? El escritor Dan Davies, autor de una biografía sobre Jimmy Savile, entrevistó a la estrella del pop en numerosas ocasiones en los últimos siete años. En su libro, que saldrá a la venta el próximo año, recoge sus encuentros en la casa de Savile en Leeds y Scarborough (al norte de Inglaterra), un almuerzo en el Club Ateneo de Londres y un corto crucero en el Queen Elizabeth II.
"Era un hombre poderoso, influyente y muy bien conectado. A principios de 1970, tomó la decisión de avanzar lo más rápidamente posible hacia el establishment británico con el fin de protegerse a sí mismo con anillos de personas importantes. También utilizó su trabajo de caridad como un arma contra aquellas personas que se atrevían a desafiarle. Si ellos optaban por denunciarle, él amenazaba con quitar el dinero a la institución en cuestión", explica el escritor a Magazine.
En sus primeros años en Leeds, Savile ya tenía fama de tener conocidos en las bandas del barrio, una agenda que extendió durante sus años de popular presentador de televisión. Sus amigos abarcaban desde el Palacio de Buckingham hasta los mejores sellos discográficos, las mayores productoras de música de Reino Unido de los 70, Westminster y los medios de comunicación. Fue incluso distinguido como sir por la reina y amigo personal de todos los líderes políticos de las últimas décadas. Era su particular teflón para evitar la suciedad. "Además, elegía cuidadosamente a sus víctimas, jóvenes vulnerables cuya palabra no sería creída por encima de la suya. Lo que hizo fue lo que yo describiría como jugar a la cuerda floja: no lo podría haber hecho más evidente y dudoso al mismo tiempo", agrega el escritor.
UN SER EXTRAÑO. Savile era un hombre soltero, que vestía como un bicho raro. Llevaba su rareza como una insignia de honor: rechazó las relaciones sentimentales, negaba sus sentimientos y afirmaba que odiaba los niños. "Al jugar a este estilo único de extravagancia y persiguiendo la publicidad en cada oportunidad, él fue capaz de ocultar lo más evidente a la vista de todos", apunta el escritor. Sin embargo, las pruebas eran tan obvias que la sociedad británica está dispuesta a mirar aún más lejos para entender en su conjunto el caso Savile.
En 1980, la policía de Hammersmith y Fulham, al oeste de Londres, recibió otra denuncia de una chica que podía haber sido molestada en el vehículo de Savile, pero luego se arrepintió y retiró la denuncia. Eso sí, pidió a Savile que se mantuviera lejos de los niños. Él ignoró este consejo. Cuando el conocido presentador de televisión Louis Theroux preguntó a Savile por qué no había tenido hijos, el DJ respondió: "Porque vivimos en un mundo muy divertido. Es más fácil para mí, como hombre soltero, decir que no me gustan los niños porque eso me aleja del foco de muchos tabloides", respondió. Theroux insistió y Savile replicó con uno de sus enigmas: "¿Cómo se puede saber que soy un pedófilo o no? ¿Qué sabe la gente sobre mí?".
Algo sabía la gente más cercana al artista, pero Savile parecía demasiado poderoso y con demasiados contactos en la high class para desenmascararle. Algunas mujeres se atrevieron a denunciarle, pero pronto retiraban la denuncia o la policía simplemente archivaba el caso. En otra entrevista, realizada en 2001, cuando otro periodista dejó caer la idea de que abusaba de niños, él siguió jugando con adivinanzas y acertijos. Era parte de sus excentricidades y magnetismo: "Cualquier cosa que se diga después de que me haya ido es irrelevante. Si pasé a mejor vida, ya está. Una mierda para mi legado". En alguna otra ocasión, otros periodistas le preguntaron directamente si había mantenido relaciones con menores, a lo que Savile contestó: "Yo prefiero no opinar sobre ese tema, eso se lo dejo a los psicólogos y que ellos resuelvan la psicología del abuso infantil".
CON COMPAÑERAS. Curiosamente, y aunque su legado tiene ahora un significado más macabro, Jimmy Savile también hizo feliz a muchos niños con generosas contribuciones a los hospitales de Leeds, al psiquiátrico de Broadmoor y otros tantos orfanatos. Cuando llegaba a un centro, cientos de niños se aglomeraban a su alrededor para ver al mito televisivo. Él siempre quería entretener a su audiencia, contaba chistes y les daba consejos para ser felices.
Algunas periodistas que trabajaron en la BBC han publicado distintas historias sobre los problemas que tenían las empleadas en la década de los 60 y 70. En su biografía personal, Joan Bakewell, del Sunday Times, relata como en 1972 el club de la BBC se había convertido en un punto de recogida de chicas. "Yo era una adolescente, pero pronto me di cuenta de que mi bebida siempre estaba llena gracias a algunos productores, muy fáciles de identificar porque llevaban camisas rosas, hablaban con el inmaculado acento de Oxbridge (Oxford y Cambridge), y siempre encontraban una sutil oportunidad de posar sus manos en mi rodilla a los dos minutos de conocerles", comentaba al dominical Sunday Times. Aunque nunca escuchó ninguna historia de abusos a menores, Bakewell explica que la cultura hacia las mujeres en los puestos de trabajo era muy diferente a la que impera estos días: "No había ninguna ley contra el acoso laboral, si alguien lo intentaba, solo podías negarte o darles una bofetada".
Ahora, la policía investiga a las personas que acompañaban al DJ en sus fiestas y las estrellas de pop de los 70 que también pudiera estar implicados en estos abusos. Porque parece que las explicaciones públicas de la BBC no han sido suficientes. Además de Savile, la cadena pública está llena de grandes profesionales: bien conectados, inteligentes y poderosos, quienes podrían haber sospechado sobre sus andanzas y haber parado los pies al presentador y no lo hicieron. Durante su comparecencia parlamentaria, el director general de la cadena, George Entwistle, admitió "la existencia de una cultura que propició los abusos", y reconoció que algunos de los responsables de estas violentas juergas siguen trabajando para la televisión pública.
La propia BBC había realizado una investigación propia sobre los abusos de Savile, producida por su programa bandera Newsnight, pero fue censurada para no interferir en la emisión de dos espacios para homenajear al viejo mito de la música pop a finales de este año. La dimisión de Peter Rippon, director de Newsnight, también ha dejado al descubierto la existencia de una trama interna para ocultar la verdad. "El caso ha tenido un enorme impacto en la BBC y es casi seguro que más personas de la organización vayan a perder sus puestos de trabajo. También ha sacudido la confianza del público británico en la cadena pública", explica el escritor Dan Davies.
EVASIVO Y EXTRAVAGANTE. Con 73 años, y después de 40 en la vanguardia de la cultura popular, Savile se había convertido en una persona triste y solitaria. Sus excéntricos trajes y grandes puros le hacían parecer el mismo hombre feliz. Pero su personalidad era más evasiva y amenazante. Una fuente que contactó con su biógrafo, Dan Davies, le contó algunos detalles sobre una exhibición para adolescentes en los años 70 a la cual también acudió Jimmy Savile. El presentador de televisión estaba invitado como animador del elenco, y compartía escenario con distintas estrellas de pop. "Fue muy divertido, pero si pudiera contar la historia de lo que pasó esa semana, probablemente estaría en la cárcel para siempre", le confesó el testigo a Davies.
En 2009, Davies y Jimmy mantuvieron su última entrevista en la casa del DJ en Scarborough. "Estábamos hablando de otros temas, pero Savile se lanzó a defender a la estrella del pop Gary Glitter", implicado en una red de pedófilos. Jimmy argumentó que las imágenes de pornografía infantil encontradas en el ordenador del cantante caído en desgracia eran "para su propia satisfacción, y si eso es bueno o malo, por supuesto, depende de él como persona". El escritor se sorprendió y sugirió que Glitter, cuyo verdadero nombre es Paul Gadd, había ido mucho más lejos que la descarga de las imágenes, como lo demuestra su condena en 2007 por actos obscenos con menores en Vietnam. La respuesta de Jimmy fue otro acertijo: "¿Me estás diciendo que una persona mala no se quedó con algunos pajaritos para él?".
SU HERENCIA. El comediante Freddie Starr, otra estrella televisiva de la década de los 70 venida a menos, fue detenido a principios de noviembre por su conexión con Savile. Después de ofrecer su declaración, Starr pudo salir en libertad bajo fianza. De momento, Starr y Glitter son los dos únicos arrestados por este escándalo, pero la policía ya ha confirmado que otros famosos desfilarán por la comisaría para contar su testimonio. "Me imagino que la mayoría de cantantes y grupos musicales de esta época (década de los 60 y 70) están muy preocupados por lo que pueda salir. La cultura era diferente en ese momento, pero esto no es excusa para los famosos que usaron su poder y prestigio para sacar ventaja de niñas fáciles de impresionar que no llegaban a la mayoría de edad", opina.
Aunque es difícil saber hasta dónde se extienden los tentáculos del caso Savile, la policía también está investigando sus conexiones con el establishment político. Fue el parlamentario laborista Tom Watson quien asomó esta posibilidad y pidió que fuera "reexaminado" el caso de Peter Righton, condenado en Reino Unido por tráfico de pornografía infantil desde Holanda en 1992 y que se avanzaran las investigaciones sobre otras personas.
La herencia envenenada del DJ es motivo de una enconada disputa judicial. Un grupo de 20 personas, entre amigos, familia y vecinos, se repartirían su patrimonio, mientras que otros 800.000 euros serían depositados en un fondo para dividirlo entre ocho asociaciones benéficas. Ahora el Gobierno ha decidido congelar todo ese dinero en respuesta al creciente número de denuncias contra Savile. El sobrino de la estrella ha dicho que su familia no quiere "ni un centavo". En los últimos cinco años de su vida, Savile donó más de 500.000 euros a la Universidad de Leeds para financiar una beca de investigación empresarial, llamada LURE (atracción, en inglés). Si el nombre había sido escogido por la estrella de televisión, la ironía también fue parte de su legado.
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