Roy Chaderton, la mano venezolana que mece la OEA

(Una versión de este texto fue publicada por El Diario de las Américas el 26/03/2014)

El petróleo que Venezuela vende a países aliados con precios subvencionados ayuda y mucho. Pero detrás de la victoria de Caracas en la Organización de Estados Americanos (OEA) hay un experimentado funcionario con un pasado ecléctico y maneras poco diplomáticas en las relaciones internacionales: Roy Chaderton.

Cuando algunos periodistas le preguntaron sobre los famosos de Hollywood que estaban criticando la crisis política, Chaderton acertó a decir: "[Hasta] Rihanna apareció preocupada por la situación en Venezuela. Estamos a la espera de algún comunicado de Justin Bieber". Era su irónica burla a algunos cantantes, como Madonna, Ricky Martin o Juanes, los cuales se asomaron a las redes sociales exhibiendo hojas escritas con la etiqueta #SOSVenezuela.

A principios de marzo, el Consejo Permanente de la OEA aprobó por 29 votos contra tres (EEUU, Canadá y Panamá) una declaración favorable al Gobierno venezolano. Venezuela también logró el viernes pasado que la diputada opositora, María Corina Machado, pudiera intervenir ante su Consejo Permanente. Primero, los funcionarios venezolanos -con Chaderton a la cabeza- forzaron que la sesión se celebrara a puertas cerradas con 22 votos a favor. Luego, bloquearon la intervención final de Machado, quien pretendía exigir a los gobiernos representados en la OEA (todos el continente americano, salvo Cuba) que invocaran la Carta Democrática.

Entre los 22 apoyos que sumó Caracas están los seis países del ALBA, más los países del Caribe y El Salvador, vinculados al comercio de Petrocaribe. Argentina, Uruguay y Brasil también mantienen una cierta proximidad ideológica con el Gobierno chavista, mientras que Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, EEUU, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú defendieron una sesión pública.

"Si bien Venezuela debe lidiar en el marco panamericano de la OEA con la presencia de EEUU y Canadá, esto no le impide reunir la mayoría suficiente para imponer sus puntos de vista", explicó en un reciente artículo Carlos Malamud, analista para América Latina del Real Instituto Elcano. "Pese a ello, [Venezuela] prefiere la UNASUR a la OEA -o incluso a la CELAC-, ya que en la primera le resulta mucho más sencillo alcanzar posiciones más favorables y con menos críticas", puntualizó.

A pesar de los continuos embistes de Caracas y sus socios contra la OEA, este organismo internacional ha reconocido la legitimidad del Gobierno de Maduro durante las protestas. A tal punto que el ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, destacó “la nueva victoria internacional frente a la extrema derecha y el golpismo”.

Al termino de la sesión, Chaderton saludó a un grupo de opositores que estaban concentrados a las puertas de la OEA en Washington con una reverencia y la señal de la victoria. Mientras tanto, Machado era retenida durante una hora y media por los servicios de inteligencia en el aeropuerto de Maiquetía a pesar de tener inmunidad parlamentaria.

Abogado de formación, Chaderton, de 71 años, inició su carrera diplomática junto al partido democristiano, COPEI. Con el triunfo del expresidente Rafael Carrera en 1968, fue designado segundo secretario en la embajada en Polonia. Desde entonces, Chaderton ocupó destacados puestos en política exterior: viceministro de Relaciones entre 1994 y 1995 y luego embajador de Venezuela en Reino Unido entre 1996 y 2000.

Ya con Hugo Chávez en el poder, Chaderton desempeñó los cargos más importantes de su carrera: embajador en Colombia (2001-2002); ministro de Relaciones Exteriores (2002-2004); embajador en Francia (2004-2007), representante ante la ONU (2006) y embajador en México (2007-2008). En 2009, fue designado embajador ante la OEA, y meses después, Chávez propuso su nombre como embajador en Estados Unidos.

"Su lenguaje en las funciones diplomáticas está lleno de contradicciones y de oportunismo", explicó Milos Alcalay, exembajador de Venezuela ante la ONU entre 2001 y 2004.

"Esta forma escandalosa y poco diplomática de proceder se ha acentuado en sus ultimas funciones, puede que para agradar a los radicales del Gobierno y del Partido Socialista de Venezuela (PSUV). Algunos observadores lo ven como oportunismo", añadió. 

El principal problema de Chaderton es navegar entre dos aguas revueltas: "no es visto como chavista por los más radicales, y es muy criticado por la oposición por su lenguaje lleno de odio", subrayó Alcalay.

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