El censo electoral se dispara en Venezuela

(texto publicado en el diario El Mundo el 28 de agosto de 2006)


CARACAS.- «Por, favor, échense a un lado y formen una cola», señala uno de los integrantes del Frente Popular Francisco Miranda, que trabaja en el operativo denominado Misión Identidad, en la plaza de Chacaito de Caracas. Con un sol de justicia, más de 50 venezolanos esperan pacientemente a que se tramite su cédula [DNI], mientras que el coordinado equipo de jóvenes chavistas solicita a las personas la documentación para la expedición del carné de militantes de la Quinta República.

Tras pasar por el ordenador y hacerse una foto, Juan L. se sienta en una de las tres sillas de plástico situadas a la sombra de una camioneta con el logotipo de Misión Identidad. «Acudir a uno de estos operativos es mucho más rápido que ir al edificio de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería. En el mejor de los casos, pierdes la mañana entera. Aquí, en media hora ya está todo solucionado», explica, mientras espera a que le den la cédula bolivariana. Acto seguido, Luis se acerca al ordenador que está conectado con el Registro Electoral. En esta mesa, una joven introduce los datos de Juan en el padrón de votantes. «Por favor, ¿puedes poner aquí el dedo?»

Juan acomoda su pulgar en la máquina captahuellas y espera a que la computadora procese los datos. «Me pidieron la documentación necesaria para renovar mi cédula», explica este venezolano. «Pues eso, la partida de nacimiento (o una fotocopia), mi dirección, nombre, apellidos...», puntualiza. Sin embargo, el funcionamiento y el cuestionario de este operativo móvil de la Misión Identidad contrasta con otros que realiza el Gobierno en las zonas donde el chavismo está mucho más arraigado.

«Yo soy de Palo Verde, un barrio muy cerca de Petare (una de las zonas más marginales de Caracas). Hace unos meses, fui a renovar mi cédula y a inscribirme en el censo de votantes», comenta Mayret B. «Cuando fui a pedirla, me preguntaron si participaba en la Misión Mercal (alimentos) o Barrio Adentro (sanidad)», explica esta caraqueña de 21 años. Según encuestas de la consultora Datanalisis, estas tres misiones (Mercal, Identidad y Barrio Adentro) son las que cuentan con más aceptación entre la población de las 17 que ahora funcionan.

Apoyado en el alza de los precios del petróleo, Chávez ha dedicado a las misiones bolivarianas casi 130 millones de euros entre enero y junio, un 120% más que lo presupuestado en un principio. Las misiones, puestas en marcha a finales de 2003, han aumentado la popularidad de Chávez y han servido para que la «revolución bolivariana» penetre entre la población venezolana más desfavorecida.

La oposición, por su parte, considera que estas ayudas a las clases más pobres son «positivas», aunque critica que el esquema productivo de Venezuela se base en este tipo de iniciativas, en las que sólo participa el Estado.

Desde que el Gobierno activara por segunda vez la Misión Identidad (la primera vez fue durante los meses previos al referéndum revocatorio) el pasado 31 de enero, el censo ha crecido en 754.402 votantes hasta el 31 de julio. Y, según las previsiones del Consejo Nacional Electoral, rozará los 16 millones el próximo 4 de septiembre, fecha prevista por el poder electoral venezolano para cerrar las listas de votantes. Es decir, cerca de un millón de votantes en apenas siete meses.

«Esperamos que a última hora se acerque mucha gente para inscribirse. Con el verano de por medio, muchas personas lo dejan para el último momento», explica Sandra Oblitas, presidenta de la comisión del Registro Civil y Electoral. Los meses en los que más ha crecido el censo de votantes durante este año han sido marzo, junio y, previsiblemente, agosto (hasta el cuatro de septiembre), con una media de casi 200.000 nuevos electores al mes.

Este comportamiento es similar al que sufrió el censo electoral entre enero y julio de 2004 -los meses previos al referéndum revocatorio celebrado en agosto de ese año-, aunque en aquel caso el aumento fue mucho más abultado: de 1,7 millones de electores.

«El Instituto Nacional de Estadística tiene una proyección de población mayor de 18 años de 17,1 millones de habitantes (de 26 millones de personas que se estima que viven en Venezuela), por lo que todavía tendríamos a más de un millón de personas fuera del sistema electoral», destaca Oblitas. «La mayor parte de esta población está vinculada a las clases empobrecidas excluidas de todos los mecanismos sociales como la salud, la educación y también la política», puntualiza.

Durante este proceso de engorde del censo de votantes antes de las principales citas electorales, la oposición ha denunciado varias irregularidades, sobre todo en lo que atañe a la nacionalización de inmigrantes que no cumplen los requisitos establecidos por la Constitución Bolivariana de 1999. La Carta Magna establece plazos de 10 ó cinco años para obtener la ciudadanía venezolana.

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